Cocinar la pasta como indica el paquete y precalentar el horno a 180°C.

Derretir la mantequilla en una sartén grande a fuego medio.

Verter la harina y revolver bien.

Cocinar durante 3-4 minutos o hasta que la mezcla se vuelva arenosa.

Verter la leche en la cacerola y batir muy bien para eliminar los grumos.

Cocinar durante unos minutos para que espese, luego agregar el queso cheddar rallado (y cualquier otro queso que se haya elegido).

Batir nuevamente hasta que se derritan por completo y luego sazonar al gusto.

Agregar la pasta a la salsa y luego verter en una cacerola para hornear.

Esparcir encima el queso cheddar restante, luego hornear durante 20 minutos hasta que esté dorado y crujiente por encima.