Cocinar la pasta como se indica en el paquete y, como se horneará más tarde, ¡no cocinar demasiado! Precalentar también el horno a 200° C.

Calentar 3 cucharadas de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto, agregar la coliflor en una capa y saltear durante 5 a 6 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que los floretes estén ligeramente dorados y tiernos.

Vertir la coliflor, incluidos los trozos pequeños, en el bol con la pasta, luego agregar las alcaparras, el ajo, la ralladura de limón, la sal y la pimienta.

Revolver con cuidado y luego agregar las 2 tazas de queso rallado.

Transferir la mitad de la mezcla a una cacerola y esparcir la mitad de ricotta encima. Agregar la mezcla de pasta restante encima.

Cubrir todo con pan rallado, queso pecorino y perejil.

Hornear durante 25 a 30 minutos, hasta que esté dorado y crujiente por encima.

Servir caliente.