50 gramos de queso cheddar, rallado (o queso parmesano)
1/2 cucharada de jugo de limón
4 rodajas de limón para adornar
Preparación
Prepara la pasta según las instrucciones del empaque.
En un sartén aparte coloca ½ cucharadita de aceite de oliva, agregas los hongos y déjalos dorar. Seguidamente los guisantes.
Precalienta el horno a 200 grados.
Calienta en una sartén a fuego medio una cucharada de mantequilla, seguidamente añade ajo rallado y cebolla picada.
Revuelva durante un par de minutos y cocina hasta que las cebollas se vuelvan transparentes.
Agrega la harina y bate durante un minuto.
Una vez que el aroma tostado comienza a salir de la harina, comience a agregar leche en pequeñas cantidades y sigue batiendo para que no se formen grumos.
Déjalo hervir a fuego lento durante aproximadamente 5 minutos.
Agrega sal y pimienta en polvo y mézclalos con la leche y la harina.
Apaga el fuego y agregue la mitad del queso rallado a la mezcla y bate bien.
Finalmente agregue el jugo de limón y bate de nuevo.
Engrasa una fuente para hornear con 1/2 cucharada de mantequilla.
Coloque la fuente para hornear con pasta cocida, salsa blanca de limón, hongos y guisantes uno después del otro.
Finalmente cubre con el queso rallado restante.
Para obtener sabor adicional, coloque unas rodajas de limón en la parte superior.
Coloca la fuente para hornear en el horno precalentado. Hornea de 20 a 25 minutos.
Cuando empiece a notar la corteza marrón claro en la parte superior de la pasta y la salsa cremosa que burbujea por sus lados, saca del horno y de la fuente para hornear con cuidado. ¡Sirve caliente con pan de ajo!