Hierve la pasta en abundante agua con sal siguiendo el tiempo indicado en el empaque para que la pasta quede al dente.
Fríe la cebolla picada en una sartén con aceite, luego salpimienta.
Después mezcla con la pasta escurrida y mantequilla.
Aparte, bate los huevos y mezcla los 3 tipos de queso uniendo esta crema a la pasta.
Vierte todo en un molde engrasado y hornear durante 45 minutos aproximadamente a unos 160 grados hasta que el pastel esté compacto y su superficie dorada.